Materia nuclear iraní: Teherán cede a Omán el excedente de su producción de agua pesada

La AIEA constató una producción extra de agua pesada equivalente a 130,1 toneladas. El límite máximo fijado en los términos del acuerdo internacional en materia nuclear es de 130. Es la segunda vez que Irán supera el techo de producción. Sigue habiendo incertidumbres en torno a cuál será la decisión del próximo presidente de los EEUU en torno a la cuestión nuclear iraní.

Teherán (AsiaNews/Agencias) –Irán ha dispuesto transferir al sultán de Omán parte de su excedente de agua pesada, el cual fue registrado por la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) en los últimos días, en el marco de los acuerdos referidos a la cuestión nuclear iraní (JCPOA). Es lo que afirman los miembros de la cúpula del gobierno de la República islámica, que confirman su propósito de respetar los términos establecidos por la comunidad internacional y por la agencia de la ONU que se ocupa del tema nuclear.

El agua pesada es utilizada como moderador dentro de los reactores nucleares, tal como ocurre en la central de Arak, en la cual es posible producir plutonio utilizable para fines militares (léase bomba atómica).

La semana pasada, la AIEA registró una producción extra de agua pesada de Irán, equivalente a 130,1 toneladas; un dato algo superior a las 130 sancionadas por el acuerdo. Es la segunda vez que Teherán supera el techo de producción de agua pesada desde que se firmara el acuerdo del JCPOA.

En caso de darse un excedente, las autoridades iraníes se comprometieron a transferir éste fuera del país, bajo la supervisión de la agencia de las Naciones Unidas que se encarga de cuestiones vinculadas con la energía nuclear.

Behrouz Kamalvand, vocero de la Organización iraní para la energía atómica, confirma que “una parte del excedente de la producción de Irán fue transferida a Omán”. El remanente será transferido en el contexto “del procedimiento de las tratativas”.

Tras años de embargo, en el año 2015 Irán obtuvo un parcial aligeramiento de las sanciones económicas de Occidente, a cambio de un acuerdo sobre el controvertido programa atómico. Un pacto que fue recibido positivamente por la mayoría de la comunidad internacional; entre quienes adoptaron posiciones críticas ante el mismo, figuran Israel y el Congreso americano (en su mayoría republicano), donde se aguardan las primeras jugadas del flamante presidente electo Donald Trump.