Golpean a un pastor en Rajasthan y destruyen cruces en Kerala

de Nirmala Carvalho

Harjot Sethi fue golpeado en medio de un encuentro y recibió numerosas heridas. Las cruces fueron demolidas en un sitio de peregrinación. Sajan K George: “En la India, sólo quien forma parte de una mayoría puede gozar de la libertad”.

Nueva Delhi (AsiaNews) – Un pastor pentecostal fue brutalmente golpeado en un pueblo del Rajasthan; dos cruces fueron destruidas en un sitio de peregrinación en Kerala. Son los dos últimos episodios de violencia contra los cristianos de la India, que muestran una tendencia creciente de persecución y discriminación. Los dos incidentes ocurrieron días atrás, cuando la Iglesia celebraba la Fiesta de la Asunción.

Sajan K George, presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC), en diálogo con AsiaNews, se queja de una “creciente hostilidad en relación a una minúscula comunidad cristiana. Tenemos derechos constitucionales que reconocen la libertad de conciencia y de religión. Pero lamentablemente, a causa de esta renovada intolerancia, hay una percepción, compartida, de que estamos excluidos de tales derechos y de que somos tratados como ciudadanos de segunda clase”.

El activista cristiano informa que el 16 de agosto pasado, el pastor Harjot Sethi, de la Christ Power Ministry Society, fue golpeado con palos mientras se encontraba en un retiro evangélico en el pueblo de Dabli Rathan. Varias decenas de personas aguardaban en el lugar el comienzo del evento, cuando una multitud de extremistas nacionalistas hindúes, pertenecientes al grupo Bajrang Dal llegaron hasta allí y los rodearon. Apenas comenzó a hablar el pastor, ellos le propinaron una violenta paliza y agarraron a bofetadas a su mujer, Arvinderjot Sethi. Sajan K George denuncia: “Estos delincuentes de extrema derecha quieren imponer su propia ley y se valen de la violencia incluso contra las mujeres”. El pastor fue trasladado con urgencia al hospital, donde los médicos atendieron numerosas hemorragias, varias heridas en la cabeza y la fractura de una pierna”.

El 18 de agosto pasado, otro episodio manchó la convivencia entre las comunidades religiosas de la India. Dos cruces fueron destruidas en el Kurishumala Pilgrim Center, en el área forestal de Bonnakad, cerca de Vithura, en el distrito de Thiruvananthapuram (Kerala). El departamento forestal aseguró que no tuvo ningún rol en la demolición de los símbolos sagrados de los cristianos. El episodio fue condenado por el Kerala Catholic Bishops’ Council (KCBC), máximo órgano eclesial del Estado indio. “El incidente –se lee en la declaración de prensa- es una amenaza para la armonía religiosa en el Estado”. El arzobispo Soosa Paikam luego afirmó que el gobierno “tiene la responsabilidad de identificar a aquellas fuerzas malvadas que están detrás de este acto”. Las cruces pertenecían a la iglesia de rito latino de Bonacaud y se hallaban en la cima de una colina. Erigidas en 1956, llamaban a peregrinos de toda la zona. El año pasado fueron el centro de una disputa, cuando las antiguas estructuras de madera fueron sustituidas por otras realizadas con material de construcción.

También en este caso, los cristianos sospechan que la demolición fue obra de fuerzas extremistas. “Los grupos de derecha utilizan la violencia y lanzan acusaciones sin tener pruebas –concluye Sajan K George –. Parece que en la India laica, sólo la mayoría [religiosa, ndt] puede gozar de la libertad”.